cuando a uno lo callan
con un tiro en la frente
en la boca del estómago,
en el corazón...
NADA..no se puede hacer nada.
Pero tú si, hermano,
sigue luchando, por esta, nuestra lucha.
Y tú también, de lejos,
protesta, grita, exige un poco de cordura,
pide que esto cambie, ama.
Pero, por favor,
por mi,
por los cientos de muertos
desangrándose entre sudor y polvo
a mi lado
¡NO TE CALLES!
1 comentario:
Uffffffff. Qué grande eres Ana, No te imaginaba con esa sensibilidad. Tomo prestado tu poema.
Un beso!
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